A lo largo de sus 200 años el país soportó más de 30 golpes de Estado, el primero de ellos tuvo lugar el 18 de abril de 1828 para derrocar a Antonio José de Sucre, el Mariscal de Ayacucho.
Más allá de las élites que firmaron el acta en 1825, decenas de guerrilleros, mujeres, indígenas y patriotas entregaron su vida sin haber sido reconocidos durante generaciones.