El cuadro atigrado triunfó porque el arquero Guillermo Viscarra fue el héroe del cotejo, ya que atajó cinco pelotas con destino de gol, ante disparos de media distancia y cabezazos de los rivales.
Las tres preseas doradas las ganó en los Juegos Panamericanos en Lima y Santiago, junto con los hermanos Roland y Carlos Keller, y Kadim Carrasco, para convertirse en un equipo que pasará a la historia del ráquetbol boliviano.