Unidad educativa construida con materiales de primera que permitirá mejorar la calidad de la educación estudiantil.

Arce devuelve el derecho a la educación y reduce la deserción escolar en Bolivia

Más de 1.200 infraestructuras educativas, gratuidad garantizada y políticas de inclusión marcan los avances en este ámbito desde 2020.

La gestión del presidente Luis Arce ha logrado avances significativos en la educación boliviana, recuperando derechos fundamentales y reduciendo la deserción escolar luego del impacto del gobierno de facto y la pandemia.

Durante sus cinco años al mando, el presidente Arce construyó más de 1.200 infraestructuras educativas —entre escuelas, centros de formación y complejos deportivos— sentando bases firmes para la equidad y el acceso universal al conocimiento.

En su mensaje presidencial en el marco de la conmemoración por el Bicentenario de Bolivia, el mandatario remarcó: “Hemos construido más de 1.200 infraestructuras educativas (…) sembrando las bases del conocimiento y la igualdad de oportunidades”. La apuesta por la educación no solo fue física, sino también estructural.

Se consolidó un modelo basado en la inclusión, la gratuidad y la ampliación de cobertura, garantizando que niños, adolescentes y jóvenes vuelvan a las aulas en diferentes modalidades educativas.

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Uno de los hitos más importantes fue la recuperación del derecho a la educación, negado durante el régimen de Jeanine Añez, que en 2020 clausuró el año escolar afectando a 2,9 millones de estudiantes. El gobierno de Arce respondió con una política de emergencia educativa que incluyó clases a distancia mediante radio, televisión a través de la franja Educa Bolivia, y una plataforma digital nacional. Se distribuyeron gratuitamente textos escolares para mejorar la educación.

A esto se sumó el compromiso económico: el 10% del Presupuesto General del Estado se destinó al sector educativo. También se fortaleció la calidad docente mediante la incorporación de maestros graduados por excelencia y se implementó laboratorios escolares con equipamiento completo.

Además, el Gobierno incentivó el esfuerzo estudiantil con la entrega anual del Bono al Bachiller Destacado (Bs 1.000) y promovió programas como la Olimpiada Científica, la certificación de competencias laborales, la alfabetización y postalfabetización.

El Bono Juancito Pinto, destinado a reducir los índices de deserción y la entrega de nuevos ítems de nueva creación, permitió reforzar la educación boliviana.

Aunque aún existen desafíos, especialmente en la calidad educativa y el acceso en zonas alejadas, la gestión de Arce se caracterizó por profundizar políticas públicas que garantizan la educación como derecho universal, conforme al artículo 17 de la Constitución Política del Estado.

En palabras del Presidente: “Ante cada provocación, respondimos con trabajo, propuestas y acción. Bolivia sigue en pie, creciendo y mejorando la vida de nuestro pueblo, con educación como pilar de futuro”.

AEP

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