La decisión de la Sala Plena del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de rechazar por segunda vez la supervisión del congreso del MAS convocado por Evo Morales acentúa la importancia del cumplimiento de las normas democráticas internas de los partidos políticos.
Evo Morales, como expresidente elegido democráticamente, tiene la responsabilidad moral y legal de respetar y promover los principios democráticos, no solo a nivel nacional sino también dentro de su propio partido.