El gobierno de Luis Arce sacó adelante al país, a su economía, a su población, pese al complot y el asedio del evismo y la vieja derecha. Lo hizo con la mejora de la calidad de vida de los bolivianos, con la entrega de más de 61.000 obras, con la redistribución de ingresos en beneficio de los más vulnerables, con la semilla de laindustrialización lista para la cosecha, con la defensa de la soberanía, los recursos naturales y la democracia. Son los legados del mandato de Arce, son cuatro banderas que plantó en cinco años.
La primera es la protección del pueblo, con las políticas sociales como norte, porque a pesar de la conspiración y la asfixia económica de sus opositores, el Presidente no dejó a su suerte a la población y mantuvo la subvención a los carburantes, con un costo de más de $us 3.000 millones anuales. Garantizó los bonos sociales para el resguardo de ancianos, estudiantes, madres y bebés; conservó la salud y la educación gratuitas, con un mayor presupuesto para la construcción de hospitales e infraestructuras educativas
La primera es la protección del pueblo, con las políticas sociales como norte, porque a pesar de
la conspiración y la asfixia económica de sus opositores, el Presidente no dejó a su suerte a la población y mantuvo la subvención a los carburantes, con un costo de más de $us 3.000 millones anuales. Garantizó los bonos sociales para el resguardo de ancianos, estudiantes, madres y bebés; conservó la salud y la educación gratuitas, con un mayor presupuesto para la construcción de hospitales e infraestructuras educativas
La tercera bandera es de la industrialización, como camino irreversible hacia la segunda y definitiva independencia de Bolivia: la económica, como una solución estructural de la economía para una mayor producción que posibilite mejores ingresos, para lograr la seguridad y soberanía energética y alimentaria, para una patria económicamente digna y soberana. Son más de 170 plantas industriales con una inversión pública de Bs 32.774 millones que se siembran en todo el país, cuyos réditos ya están listos para la cosecha.
La defensa y la preservación de la democracia es la cuarta bandera, que se logró con el apoyo del pueblo, incluso frente a un fallido golpe de Estado en 2024. Arce recibió un país con democracia en noviembre de 2020 y entregará un país con democracia el 8 de noviembre, cumpliendo su compromiso de garantizar unas elecciones impecables. Este espíritu democrático le llevó ano insistir en su reelección y trabajar hasta el último minuto por la unidad política de la izquierda y para impedir el retorno de la derecha al poder.
El gobierno de Arce resistió y venció el complot político y económico de la mano de los bolivianos. La escasez de combustibles y de divisas es coyuntural, lo estructural, lo profundo, lo que verdaderamente transforma, ya está en marcha.
El ajuste estructural de la economía está en curso y solo resta esperar los frutos sembrados con esfuerzo. Son los legados que deja la presidencia de Arce: una Bolivia digna, soberana, industrializada, que se respeta a sí misma y que camina con la frente en alto en su Bicentenario.
AEP